tag:blogger.com,1999:blog-25528643281371628132023-06-21T06:29:31.164+02:00Jubilated ManDiario de un viejo superhéroe sin poderes.Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-21907147609661416022015-08-05T00:01:00.003+02:002015-08-05T00:01:50.335+02:00Día diecinueve.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy hemos tenido un día horrible.
A primera hora ayudamos a desalojar un edificio en llamas, justo después saltó
la alarma en una joyería cercana e interrumpimos un atraco.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Por la tarde nos topamos con una
banda de narcotraficantes a la que, tras un tiroteo, logramos reducir y detener.
Cuando la policía llegó al almacén en que se escondían, los narcos estaban
atados y amordazados sobre una montaña de paquetes de cocaína. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El cansancio empezaba a hacer
estragos en nuestros arrugados cuerpos, los brazos cada vez más pesados, las
espaldas más cargadas, pero aún así salimos volando en cuanto nos llegó el
aviso de que un loco estaba pegando tiros en el parque de atracciones.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Cuando llegamos allí, María se
horrorizó por la matanza. Debían haber decenas de cuerpos ensangrentados en el
suelo. Eran cuerpos de hombres, mujeres y niños. Aquel malnacido disparaba de
forma indiscriminada a todo el que pasaba por delante de los cañones de sus
armas. Furiosos, fuimos siguiendo el rastro de cadáveres hasta dar con él. El
desgraciado iba cubierto con una armadura pesada como las que usan los
artificieros y empuñaba dos armas automáticas con las que seguía acribillando a
inocentes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sin pararnos a planear nada nos
lanzamos al ataque. Pero el cansancio nos jugó una mala pasada. María hizo uso
de su escudo electromagnético para esquivar las balas que nos estaba disparando
aquel loco, hasta ahí bien; el problema fue que las balas que nosotros
esquivamos gracias a la intervención de María, se desviaron y fueron a impactar
contra un grupo de estudiantes que se escondía detrás de una caseta de feria. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al darse cuenta, María cayó al
suelo llorando desconsolada. La barrera que nos protegía cayó justo al tiempo
en que el resto lográbamos acercarnos al criminal y, acto seguido, Julius le
rompió la columna de un puñetazo dejándole completamente inmóvil de cabeza para
abajo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Después de esa intervención Ray
desconectó la radio, recogimos a María y la llevamos de vuelta al asilo donde
terminó de pasar el día encerrada en su habitación. El resto de nosotros nos
quedamos en el salón, cada uno matando el tiempo a nuestra manera habitual,
pero todos tratando de no pensar en lo que había pasado. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ahora temo haberme equivocado con
la idea de crear un grupo de héroes. Me asusta pensar que quizás no sean
capaces de superarlo. Yo sé que tendré que vivir con ello los días que me
queden de vida, otro peso más a la enorme mochila de cargas y responsabilidades
que ya llevo encima. Pero ¿ellos? ¿Podrán ellos soportar ese enorme sentido de
culpabilidad?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tal vez sea buena idea sentarme a
hablar con ellos uno a uno. Replantearles lo que
somos y a lo que nos enfrentamos, bueno y malo. Y darles la oportunidad de que,
en caso de que no quieran seguir adelante, puedan abandonar antes de que algo
pese sobre su conciencia. Algo que podría destruir todas sus creencias. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">María debe ser la primera de mi
lista, el problema será ser capaz de encontrar las palabras...</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-66198660977576541332015-07-27T16:32:00.000+02:002015-07-27T16:32:00.810+02:00Día dieciocho.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta tarde, estábamos en el salón
jugando al dominó, cuando en la radio han anunciado que Robert Bradford se
presentará a la alcaldía en las próximas elecciones. La reportera le hacía las
preguntas a la vez que le atacaba con descaro, cosa que me hubiera importado
bien poco de no ser porque sé quién es en realidad Bradford. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hace cuarenta y tres años, la...
señora Bradford, llamémosla así, vivía enganchada a un medicamento para según
ella, perder unos kilitos. Dieta tras dieta, se quejaba una y otra vez de que
no lograba quitarse la grasa de la barriga.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Nueve meses de dietas y
ejercicios después dio a luz a su sobrepeso, una criatura de casi cinco kilos.
La sorpresa sobrevino cuando, al limpiarle, descubrieron que no tenía sexo. No
era niño, ni tampoco niña, era un ser asexuado carente por completo de
cualquier vestigio de órganos reproductores. Tras diversas pruebas concluyeron
que el sexo del bebé no había llegado a formarse en absoluto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sin saber si su pequeño bebé
debería vestir de azul o de rosa y, culpando de ello a la empresa farmacéutica
de las pastillas adelgazantes, la señora Bradford cayó en una obsesión indecisa
de duda y rabia. Pasaba de cuestionarse todo lo referente a su bebé, a gritar
de rabia despotricando contra la farmacéutica y sus conspiraciones para originar
un mundo lleno de asexuados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entre la falta de luces que ya
caracterizaba a la señora Bradford y sus crecientes crisis, no tardó mucho en
volverse loca del todo. Creía cada vez más que el mundo conspiraba en contra de
ella, y que unos seres del espacio exterior estaban dominando las grandes
multinacionales para conquistar el planeta. En su mente enferma, su hijo era el
primero de una serie de nacimientos que acabarían por reducir en número a la
raza humana debido a la imposibilidad de reproducirse. Con esa idea en mente se
dirigió, con su hijo de cuatro meses, hacia el puente de la calle Walter,
plenamente decidida a arrojarlo al río. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Aquél día me encontraba
sobrevolando la ciudad tratando de despejar mi mente, llevaba un día de perros
después de haber atrapado a Slime Fast y a Ungüento, y como en otras ocasiones,
lo único que me relajaba era volar de un lado a otro sin rumbo fijo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entonces la vi, con la cara
desencajada mirando al vacío. Algo en sus ojos llamó mi atención, aquella
mirada mezcla de horror, locura, desesperación y alivio, todo junto. Tras un
instante que pareció eterno, medio hipnotizado por esa extraña mirada, oí algo
caer al agua y todo cobró forma en mi cabeza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Logré salvarle la vida a aquella
pequeña criatura. Tener aquél bebé en mis brazos fue la sensación más próxima
que tendré nunca, a la que debe sentir un padre cuando coge por primera vez a
su hijo. Me marcó de tal manera que, durante años, seguí de cerca su evolución
en casa de sus padres adoptivos. Le criaron con indiferencia a su sexo, dando
prioridad a lo que su nuevo hijo sentía. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Me alegra enormemente ver que por
fin ha encontrado su lugar en el mundo, sea cual sea.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-3967120084862156622015-07-19T12:30:00.000+02:002015-07-19T12:30:01.656+02:00Día diecisiete.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta noche no hay pastillas que
me ayuden a dormir. Cada vez que cierro los ojos, un sonido intermitente invade
mi mente. Es un crujido, el de un cuello rompiéndose y que suena una y otra
vez, y otra, y otra... </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Cuando ya no soporto el dar otra
vuelta más en la cama me levanto y voy a sentarme frente al ventanal del salón.
Afuera, el sol comienza a despuntar trayendo un nuevo día. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">De alguna forma extraña en el asilo
todo es silencio, no se oye ni el volar de un mosquito, y todo este silencio no
hace más que empeorar la sensación que noto dentro de mí. Es como un vacío,
como un agujero que engulle lo que llevo dentro, destrozando mi alma. Es la
culpabilidad, y tal vez arrepentimiento; pero sé que no hay vuelta atrás. Tal
vez mis últimas decisiones no hayan sido las más adecuadas o las más correctas
para vivir feliz y sin culpa, pero han sido las decisiones que alguien tenía
que tomar. ¿O no?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">No puedo dejar de darle vueltas a
ello. Todos podemos ayudar, todos podemos salvar e incluso retener a alguien
culpable de algo para que sea juzgado. Desde ese punto de vista, cualquiera
puede ser un héroe. Pero ¿quién nos da la libertad de segar una vida? ¿Quién
nos permite ser el verdugo?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El engranaje en mi cabeza sigue
dando vueltas a lo mismo cuando de pronto, la luz del salón se enciende. Es Myriam
que ya comienza la rutina del día. Sorprendida, se me acerca y me pregunta qué
hago ahí sentado tan temprano. Miento diciéndole que he dormido demasiado y que
necesitaba estirar las piernas un momento. Ella me sonríe y me dice que debe ir
a despertar a los más perezosos porque "alguien tiene que hacerlo", y
se marcha.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Alguien tiene que hacerlo.
Siempre hay alguien que tiene que hacer lo que a los demás no nos gusta.
Siempre hay alguien que tiene que hacer cosas que a todos molestan. Desde el
que tiene que sacar la basura, hasta el que tiene que poner una inyección
letal. Y todo se resume en una sola frase, tanto las cosas más tontas e
insignificantes, como las más horribles: "alguien tiene que hacerlo".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">¿Será así? Lo hice porque alguien
tenía que hacerlo. Acabé con la vida de un ser vivo porque alguien tenía que
hacerlo. Alguien tenía que hacerlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Todas estas dudas, toda esa
cantinela repitiéndose una y otra vez en mi cabeza me llevan a un mismo punto.
Alguien tiene que ser el malo. ¿Me ha tocado a mí ser ése tipo de malo? ¿O he
sido yo mismo quien lo ha elegido? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ray llega entonces con su silla y
se coloca a mi lado. Me mira y me dice más con sólo una mirada de lo que podría
haberme dicho con palabras. Sabe lo que está pasando en mi cabeza, me
comprende, me apoya. Y simplemente se queda ahí sentado, a mi lado, viendo cómo
termina de amanecer.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pero ¿es eso lo que quiere
transmitirme Ray, o es lo que yo quiero entender?</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-43821320568319149992015-07-12T15:29:00.000+02:002015-07-12T15:29:13.961+02:00Día dieciséis. <div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta tarde estábamos tomando el té
viendo el programa de Ana Clavel: "amor de cartera" cuando, la alarma
que Ray había conectado con la emisora de la policía empezó a pitar. A toda
prisa nos reunimos en la habitación y pudimos oír que Infame había vuelto a
escapar de prisión y estaba haciendo de las suyas por el centro de la ciudad. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tras un largo vuelo desde la
urbanización en la que está la residencia llegamos a la ciudad y enseguida vimos
el desastre que estaba causando Infame. Tenía un edificio entero cubierto de
moho negro y varias calles de los alrededores estaban infestadas de hongos. La
policía intentaba entrar en la zona, pero el moho les atrapaba enseguida convirtiéndolos
en setas gigantes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Así era el modus operandi de
Infame, uno de los más viejos supervillanos que aún seguía en activo. Se
presentaba en cualquier lugar como un personajillo enclenque y asustadizo y,
cuando lo creía oportuno, comenzaba a expulsar moho de su trasero. Eran...
pedos mohosos. Éstos contaminaban todo el área cubriéndolo todo de un manto
negro viscoso que, al entrar en contacto con cualquier ser vivo lo consumía,
dejando en su lugar una asquerosa seta de podredumbre que lanzaba nuevas
esporas que, a su vez, contaminarían zonas nuevas. Alguien, no recuerdo quien,
inventó un sistema para retenerle como prisionero. Éste era capaz de filtrar lo
que saliera del recto para evitar cualquier
tipo de escape de gas moho. Por lo visto, de algún modo Infame había logrado
deshacerse del filtro escapando así de prisión por enésima vez.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y allí estaba, dentro de la
recepción de un hotel cinco estrellas soltando todo lo que llevaba dentro. Por
otro lado, allí estábamos nosotros también. La Liga de los Jubilados lista para
salvar al mundo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En cuanto Ray preparó unas
máscaras para aislarnos de las esporas entramos en acción. Y la verdad, no fue
nada difícil acabar con Infame. Un puñetazo de los guantes machacacráneos de Julius
le dejó fuera de combate. Una vez noqueado, Roberto echó a volar con su andador
para volver poco después con el filtro antimoho que retendría a Infame. Tan
sólo teníamos que introducir los veintisiete centímetros de filtro por... sí,
por ahí. Todos nos miramos esperando quién sería el que daría un paso al
frente. Nadie lo hizo, así que recordé lo que tantas veces hemos sufrido los
que nos dedicábamos a salvar inocentes, los villanos siempre acaban volviendo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Un ratero robará cuando tenga
hambre, un pandillero matará cuando se vea acorralado, pero un villano
convierte el crimen en su forma de vida. Un villano nunca cambia. Así que hice
lo que tenía que hacer. Marqué la diferencia y le rompí el cuello. No más
Infame. No más gas moho.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al principio, todos me miraron
extrañados pero tras una charla les recordé que ése era uno de nuestros
principios. Una de las bases sobre las que creamos la Liga de los Jubilados. A
diferencia del resto de héroes, nosotros no dejamos que el mal vuelva para
vengarse. Todos parecen haberlo entendido bien, pero horas más tarde, mientras
cenábamos viendo "Las medias largas" sentí que quizás ya no me miran
como antes. Es como... como si desconfiaran de mí.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-82001603868655136692015-07-06T10:36:00.000+02:002015-07-06T10:36:04.366+02:00Día quince.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy
estaba viendo las noticias y en una conexión con uno de los reporteros, éste ha
empezado a preguntar a la gente su opinión sobre la Liga de los Jubilados.
Había respuestas para todos los gustos, desde los que nos toman por locos,
hasta los que declaran que ya era hora de que alguien volviera a poner a los
delincuentes en su sitio. Cómo se ha llegado a esto es algo que aún me pregunto
de vez en cuando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En mis
años de gloria, había superhéroes por todas partes, siempre a punto para
salvarle el culo a alguien. Pero llegó un punto en que comenzó una especie de
decadencia, éramos demasiados, supongo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Todo
comenzó a ir mal cuando unos cuantos quisieron usar sus poderes para hacer
negocio, firmando contratos con empresas privadas para velar por sus intereses,
o anunciando productos en televisión. Incluso hubo quien se atrevió con su
propia marca de perfume, esencia de rayos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En esa
época, algunos villanos llegaron a cometer sus delitos a tan solo unos metros
de donde se encontraban los súpers con total impunidad. Los anteriormente
considerados héroes les dejaban hacer "porque ya no era su trabajo".
Así, la sociedad comenzó a perder la confianza en nosotros. Nos convertimos en
apestados, cuando algo malo ocurría, la culpa era nuestra por no hacer nada. Lo
que la gente no sabía es que si los que seguíamos luchando desinteresadamente
no hacíamos nada en alguna situación, era porque estábamos a kilómetros de allí
solucionando otro problema. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Todo esto
conllevó a que quienes quedaban dando la cara día a día sin más salario que el
agradecimiento público, comenzaran a desanimarse. El desánimo les llevaba a
actuar menos e incluso alguno llegó a colgar el hábito. Todo fue como una bola
de nieve que se hacía más y más grande a medida que la situación empeoraba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Luego
vinieron las tensiones entre los súper grupos, tras lo que acabaron por echar
el cierre. El mundo se quedó prácticamente sin héroes, y los que quedábamos
éramos cada vez más viejos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Conforme
siguió pasando el tiempo, algunos perdimos nuestros poderes y tuvimos que
abandonar la profesión. Otros se volvieron lentos y acabaron machacados por sus
némesis. Y ahora, desgraciadamente, sólo quedan aquellos que de bien jóvenes
quisieron seguir los pasos de algunos de nosotros. Sangre nueva que, por lo
general sólo conoce la época de gloria súper heroica por las viejas historias
que les han contado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esos
chicos no lo hacen mal, pero con el mundo cada vez más corrompido, su trabajo
se hace cada día más difícil. El problema ya no es la cantidad de villanos
queriendo dominar el mundo, sino que la raza humana parece haber renegado a su propia
humanidad. Ya nadie se ayuda, todo lo que hay es desconfianza entre unos y
otros. Y egoísmo, mucho egoísmo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pero sé
que tiene que haber algo más ahí fuera. Algo más que gente mirando su propio
ombligo y, tarde o temprano la Liga de los Jubilados lo sacará a relucir,
estoy convencido.</span><span style="color: red;"><o:p></o:p></span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-38973403105145843962015-06-28T12:30:00.000+02:002015-06-28T12:30:00.777+02:00Día catorce.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy hemos salido a patrullar,
hemos sobrevolado las calles cercanas al asilo y simplemente nos hemos limitado
a disfrutar en la tranquila noche, de un vuelo placentero. Esa paz que nos
invadía me ha traído a la memoria mis primeras noches volando.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Semanas después de adquirir mis
poderes y, una vez tuve plena confianza en ellos, cogí como costumbre echar a
volar en las noches más despejadas. Podéis imaginar por un momento que acabáis
de aprender a volar, ¿no estaríais ansiosos por descubrir cómo es el mundo
desde arriba? Yo lo estaba, y cada noche saciaba esa ansia con largas horas de
vuelo incesante en las que recorría kilómetros y kilómetros. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Algunas veces volaba entre las
nubes, admirando las ciudades diminutas a cientos de metros por debajo. Pero
otras disfrutaba alcanzando altas velocidades y pasando entre los edificios
haciendo slalom. La cuestión era gozar de la libertad que el estar ahí arriba
me aportaba. Eran momentos únicos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ahora me pregunto qué habrán
sentido hoy la Liga de los Jubilados, personas que tras tener una larga vida en
que han vivido todo tipo de emociones, comienzan una nueva vida cargada de
sorpresas. Supongo que en parte siento envidia, les envidio por lo que aún les
queda por descubrir de sus nuevas habilidades, por tener la posibilidad de ir
poniéndose a prueba cada día un poquito más, asimilando poco a poco las nuevas
cosas de que son capaces. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y es que en el fondo, el mejor
momento de un superhéroe, es cuando descubre sus poderes. Cuando poco a poco va
rompiendo esos límites que, como ser humano siempre había tenido impuestos. Lo
que viene después está muy bien: reconocimiento, satisfacción al ver el
agradecimiento de las personas... pero no es ni remotamente lo mismo. El
subidón de adrenalina, el nudo en el estómago, el sudor frío, el miedo; todo un
sinfín de emociones a las que poco a poco te vas acostumbrando a la vez que las
vas dejando de sentir, llegando a hacer las cosas como algo natural cuando en
realidad, lo que estás haciendo es lo más sorprendente que nadie podría
imaginar.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al final todo es una rutina, como
preparar un café o conducir al trabajo, dejas de apreciar los pequeños placeres
que te aporta lo que haces por el simple hecho de poder hacerlo habitualmente,
y estoy seguro de que ahí es donde reside el fallo, y ya no hablo sólo de los súper
poderes, sino de todo, del día a día, de las pequeñas cosas que un día nos
llenan y que con el tiempo van dejando de llenarnos sencillamente porque nos
parecen normales. Nos habituamos a que nos abracen y dejamos de sentir calor en
ello... manda cojones que me tenga que dar cuenta de esto ahora que estoy en
las últimas etapas de mi vida... ¡Pues que le jodan! Pienso marcar la
diferencia. Pienso disfrutar hasta de los grumos que la cocinera deja en las
sopas de los jueves, se acabó el menospreciar los pequeños actos. De esta
forma, cuando me llegue la hora, podré levantar mi dedo corazón y decirle a la
muerte: "¡Que te jodan, voy a disfrutar de esto incluso más que tú!".</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-1678459730285709912015-06-21T12:30:00.000+02:002015-06-21T12:30:01.672+02:00Día trece.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta mañana algo en la rutina del
asilo ha cambiado, y es que Rebeca no ha venido a avisarme de que había
magdalenas. Hoy ha sido su ochenta y siete cumpleaños y como ya viene siendo
costumbre en ella, por un día ha amueblado su cabeza.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Como cada año, su mente se
recompone y se prepara para este día especial; el único día del año en que está
totalmente lúcida. Por un día, aparte de olvidarse de su obsesión por las
magdalenas, deja de lado sus locos bailes de salón en ropa interior en los que
abraza a un bailarín imaginario. Su mirada, siempre perdida en el espacio
infinito, era hoy clara y penetrante, decidida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy ha guardado en el armario su
bata llena de agujeros y se ha arreglado con un bonito vestido que mañana volverá
a guardar hasta el año que viene. También se ha recogido el pelo e incluso se
ha atrevido con un ligero maquillaje. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Todos la miraban hoy con ojos
distintos, con la alegría que ella misma les contagiaba, y es que durante un
día al año, Rebeca es la personificación de la alegría. Viéndola hoy,
cualquiera pensaría que es una anciana llena de vida y energía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Durante las primeras horas de la
mañana ha ido arriba y abajo hablando con unos y otros, y tarareando canciones de
cuna mientras caminaba y siempre, con una sonrisa grabada en la cara. Más
tarde, después de comer, ha vuelto a arreglarse el pelo y a retocarse el
maquillaje, se ha puesto unas gotas de perfume y se ha sentado en una silla
mirando a través de la ventana. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Poco después ha llegado el motivo
de su reajuste mental; su hija ha venido a verla acompañada de sus dos nietas y
durante el resto de la tarde, Rebeca ha estado jugando y charlando con ellas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al anochecer han vuelto a casa,
dejando a Rebeca sola de nuevo, momento en que su mirada se ha llenado con el
brillo de las lágrimas contenidas. Poco a poco, conforme la luz en la calle se iba
extinguiendo, Rebeca iba perdiendo el brillo en sus ojos y reduciendo su
sonrisa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Más tarde subió a su habitación,
se quitó el vestido, se desmaquilló y guardó el perfume en un cajón, y junto a
él, la alegría del día de su cumpleaños quedó guardada de nuevo en la cómoda de
su habitación, como si fuera un accesorio decorativo más. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sé que mañana volverá a entrar en
mi habitación para avisarme de que hay magdalenas para desayunar y no puedo
dejar de preguntarme por qué. Por qué el ritmo de vida de unos apartan de otros
la medicina que tanto bien les hace. Por qué las visitas, los abrazos y la
compañía se sirve como si viniera en sobres mono dosis. Entonces siento asco y
me pregunto de nuevo si vale la pena salvar el mundo, o si por el contrario es
mejor dejar que estalle todo de golpe. En momentos como éste, entiendo a muchos
de los supervillanos a los que he detenido a lo largo de mi vida.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-5383268862106791522015-06-14T12:30:00.000+02:002015-06-14T12:30:01.508+02:00Día doce.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El día en que recibí mis poderes
estuvo a punto de ser el último día de mi vida, pero vamos por partes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En aquella época, yo era policía.
Puedo asegurar que no lo era por vocación, ni por una antigua y absurda
tradición familiar. Era policía porque, sin tener que estudiar una carrera
durante años, era el trabajo que más se pagaba y en el que menos se curraba. Al
menos eso pensé antes de entrar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Aquél día, después de seis meses de
dar la cara a diario por ricachonas desagradecidas, de enfrentarme a borrachos
con botellas rotas y de pelearme una y otra vez con conductores que se pasaban
las normas por el forro de las pelotas, me tocó la gran salida. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hay policías que no la harán
jamás en toda su carrera, pero todos saben que cualquier día les puede tocar.
Es esa salida a la que nadie quiere asistir, ésa en la que las balas te rozan
las orejas y en la que las tuyas pueden alcanzar a cualquier inocente que esté
siendo usado como escudo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En mi salida un grupo de
atracadores, tras ser perseguidos durante varias calles, estrellaron su coche
contra un autobús escolar. Los tres que quedaron vivos subieron a él, se
parapetaron dentro y sin dejar que sus armas se enfriasen, siguieron
disparando. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y allí estaba yo, cagado de
miedo, empuñando un arma que sabía que no iba a tener cojones de disparar con
tanto inocente en juego, escuchando las balas impactar contra el coche que me
hacía de protección, viendo cómo compañeros más osados, o más tontos según se
mire, eran acribillados al asomar la cabeza. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entonces la oí. Una niña gritó
pidiendo ayuda. Uno de los ladrones la arrastraba fuera del autobús para coger
un coche y seguir la huida. Creed lo que queráis, pero no fui capaz de salir
tras ella. Nadie lo hizo, no tras ver morir a todo el que había tratado de ser
un héroe. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Mientras lamentaba mi falta de
coraje, los otros atracadores salieron para meterse en el coche de su compañero
disparando al aire. Era mi día. Una de esas balas lanzadas al aire cayó
segundos después impactando en mi cuello, a escasos milímetros de la yugular.
En ese instante el tiempo se detuvo. Sin dolor, sin más balas sobrevolando mis
oídos... creí que había muerto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y vi la luz creyendo que era el
túnel que me llevaría al más allá. Pero aquella luz era distinta, yo no iba a
ella, sino que ella venía a mí. Cuando la tuve cerca, sentí calor y paz. Lo
siguiente que recuerdo es encontrarme volando tras el coche de los ladrones.
Sus balas se movían a cámara lenta con lo que las esquivaba con facilidad. Sin
saber cómo lo hice, ni por qué el poder vino a mí en ese momento, detuve el
vehículo. Con fuerza sobrehumana aplasté los cráneos de los ladrones y salvé a
la niña que se había desmayado. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Después de eso pasé meses
escondido. Encerrado en casa. Asustado. Tenía miedo de tocar algo y romperlo,
de echar a volar y no saber bajar de nuevo, hasta que un día vi en televisión a
la niña que había salvado. La vi hablar del superhéroe que la salvó y de cómo
le agradecía todo cuanto hizo por ella. Fue entonces cuando supe a lo que me
dedicaría el resto de mi vida.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-56445925058339292702015-06-07T12:00:00.000+02:002015-06-07T12:00:04.570+02:00Día once.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La liga de los jubilados ha sido
portada en algunos de los periódicos locales de hoy. En la foto aparece Julius
con sus enormes guantes machacacráneos golpeando a un enorme tipo armado con
una escopeta. Enfocando la vista, puede verse la sonrisa de satisfacción de
Julius mientras golpea a su víctima.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Era una tarde tranquila y
habíamos aprovechado para probar los inventos que acababan de llegarnos de la
empresa de Ray, junto con nuestros flamantes trajes nuevos. Roberto se hizo con
los controles de vuelo de su andador propulsado al instante, como si lo hubiera
manejado toda la vida. Por su parte, Julius casi tira abajo una columna
probando sus nuevos guantes robotizados. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Mientras todos jugábamos un poco
con nuestras nuevas "armas", Ray trataba de sintonizar la emisora de
la policía con la radio que había mandado instalar, en su ya equipada silla de
ruedas. Cuando lo logró comenzamos a oír los avisos. Una banda de atracadores
estaba robando un banco muy cercano a la residencia. Estaban fuertemente
armados y los primeros policías en llegar esperaban agazapados la llegada de
las fuerzas de élite. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Como si nos hubiéramos dedicado a
ello toda la vida, una sola mirada bastó
para ponernos de acuerdo en que esa iba a ser nuestra primera misión. Nos
enfundamos nuestros trajes y echamos a volar por la ventana con ayuda de nuestros
aparatos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Nada más llegar al banco,
aterrizamos en la azotea con cuidado de no ser vistos. María usó el láser
instalado en sus gafas para quemar la cerradura de la puerta y permitirnos así
el paso al interior. Una vez dentro, nos situamos junto a un ventanal desde el
que podíamos ver el interior del banco y a los ladrones amenazar a los rehenes.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ray transformó su silla en un
planeador con una plataforma en la que Leonor podría montarse para ir golpeando
con su barra a los atracadores. Roberto preparó los lanzagranadas de su andador
con bombas de humo, y el resto nos equipamos nuestros visores térmicos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Una vez preparados, María hackeó
el sistema de seguridad y apagó las luces y yo hice estallar el cristal del
ventanal con las vibraciones de los aparatos instalados en mis manos. A la
lluvia de cristales le siguió una granada de humo que desconcertó a los
ladrones y mientras, nosotros aprovechamos el desconcierto y la oscuridad para
lanzarnos al ataque.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El resto fueron puñetazos, golpes
de bastón y alguna bala perdida que acabó incrustada en el techo. Solventamos
el asunto dejando inconscientes y atados a los ladrones y nos marchamos por
donde vinimos, sin testigos. Sin víctimas. Lo único que María no desconectó
fueron las cámaras de seguridad, que grabaron con visión nocturna toda la
acción. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy hemos enviado una carta en
nombre de la Liga de los Jubilados informando de nuestra intervención. Mañana
todo serán alabanzas hacia la liga, vítores y publicidad infinita. A partir de
mañana, cada uno de nosotros será bautizado por los periodistas con un nuevo
nombre acorde a sus poderes. Es algo que ya he visto antes en incontables
ocasiones y, por Dios, ¡cuánto lo he echado de menos!</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-21967176226275105312015-05-31T12:30:00.000+02:002015-05-31T12:30:01.571+02:00Día diez.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy me voy a la cama agotado y
entusiasmado al mismo tiempo. Caminando entre cabezadas como un zombie, en
lugar de cerebros, busco con ansia la cama. Ha sido un día duro desde que salieron
los primeros rayos de luz, desde entonces y a lo largo del día, Ray y yo hemos
estado tanteando a los ancianos que nos parecían aptos y les hemos citado para
la noche.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Más tarde, cuando han apagado
todas las luces, nos hemos reunido en la habitación de Ray. Allí, tras exponer
nuestras intenciones, hemos tomado nota de las cualidades de cada uno para que
Ray pueda encargar a su empresa unas herramientas adecuadas. Por ejemplo
Roberto, dispondrá de un nuevo andador propulsado y totalmente equipado para
atrapar e inmovilizar. Leonor irá armada con un bastón ligero pero a la vez
duro como el acero, el mismo también irá dotado de un disparador de balas
capaces de dejar inconsciente a cualquiera que se vea alcanzado. Y así hasta un
total de seis miembros; Ray, Leonor, Roberto, Julius, María y yo mismo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al decidir sobre cuál sería
nuestra forma de actuar frente a delincuentes, nos hemos puesto de acuerdo enseguida.
La justicia es muy ambigua, y demasiadas veces depende más del tamaño de la
cartera de quien es juzgado que del propio crimen cometido. La edad nos ha dado
a todos la experiencia suficiente como para saber lo que es justo y lo que no,
y será precisamente en esa experiencia en lo que nos basemos para juzgar
nuestros actos. Si la haces la pagarás sin importar los ceros de tu cuenta de
ahorros. Si mereces un castigo, nosotros te lo daremos sin mirar quién es tu
padre o a quien conoces. Y usaremos todos los medios a nuestro alcance para que
cambies de actitud, al fin y al cabo, somos ancianos y tenemos la sabiduría
necesaria para aleccionar a los más jóvenes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">A la hora de decidir el nombre
del grupo hemos tenido algunos problemas, ya que la mayoría tiraba de nombres
demasiado clásicos como Justice Group o Revengers. Nombres que ya han sido
utilizados antes por antiguos superhéroes. En ese punto, tanto Ray como yo
hemos sido inflexibles. Nosotros no somos superhéroes. No tenemos superpoderes,
y tampoco una enorme responsabilidad. Nuestra intención es cambiar el mundo más
por servir de ejemplo que por nuestros propios actos. Queremos que se hable de
nosotros como algo nuevo, algo especial. No queremos que se nos confunda con
nuevos superhéroes renacidos para salvar al mundo. El mundo está tan jodido,
que ni todos los superhéroes del globo podrían darle la vuelta a la tortilla.
Es la gente de la calle la que puede lograr un cambio. Gente normal y
corriente, con debilidades y sin grandes habilidades. Eso es lo que queremos
resaltar, que cualquiera puede hacer algo para mejorar el lugar en que vivimos.
Por esto, hemos querido nombrar a nuestro grupo con un nombre sencillo, un
nombre que no haga pensar en fuerzas superiores, sino todo lo contrario. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Una vez explicado este punto,
todos han estado de acuerdo al oír el nombre. Desde ésta misma noche, daremos
comienzo al cambio bajo el nombre de: La Liga de los Jubilados.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-32389194585734358752015-05-24T12:00:00.000+02:002015-05-24T12:00:01.586+02:00Día nueve.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy los de la residencia nos han llevado
a todos a dar un paseo por el nuevo centro comercial, inaugurado hace una
semana a tan sólo dos calles del asilo. Ha sido un día digno de recordar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Primero hemos asistido a una
conferencia en la que nos han soltado un rollo sobre disfrutar del tiempo
cuando ya no tienes nada que hacer. Lo gracioso es que la conferencia la daba
un tipo al que aún le quedan muchos años con mucho por hacer. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Después del tostón nos han dado
libertad para pasear a nuestras anchas. Ray y yo hemos comenzado a charlar de
los viejos tiempos mientras paseábamos por allí, criticábamos el que hoy día no
haya ningún súper grupo para salvarle el culo al planeta. El último grupo se
separó hace más de quince años, cuando Trauma-Girl pilló a Puño de Oro en la
cama con Rosa Escarlata. Desde entonces, los pocos superhéroes que aún ejercen,
lo hacen por libre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Charlando hemos parado a comprar
unas latas de refresco, sin gas por supuesto; es curioso lo mal que me sienta
el gas ahora cuando antes prácticamente, todo cuanto bebía tenía más burbujas
que líquido...</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En fin, íbamos tranquilamente
pasando junto a las tiendas cuando, de pronto, ha salido un tipo corriendo de
una joyería. Tras él, el dueño salió pidiendo ayuda a gritos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">De forma instintiva, Ray ha
acelerado su silla para perseguir al mangante y yo, he realizado un lanzamiento
alto de lata de refresco. El impacto contra la cabeza del chorizo ha resonado
por todo el centro comercial, acallando hasta el mismísimo hilo musical. Pese a
ello, la fuerza con la que lo he lanzado no ha sido suficiente para detener al
ladrón, que ha seguido corriendo tras sólo unos segundos de confusión.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ray le seguía de cerca con su
silla de ruedas modificada a una velocidad sorprendente pero, aún así, el caco
le sacaba ventaja a cada zancada. El cabrón, en lugar de un chorizo parecía un
maratoniano a juzgar por cómo corría.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Estaba a punto de escaparse, pero
entonces ha entrado en juego Leonor. Con su metro sesenta y dos de estatura,
sus piernas y brazos escuálidos y arrugados, y sus gafas de culo de vaso, se ha
plantado delante del ladrón, bastón en mano y mirada asesina. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">El tipo ni siquiera lo ha visto
venir. Cuando se ha fijado en la presencia de Leonor ya era tarde. Ella ya
había comenzado el movimiento que acabaría partiendo en dos el bastón en la
cabeza del chorizo, que se ha desplomado en el suelo al instante. Luego todo
han sido vítores y alabanzas hacia la heroína del día. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Más tarde, ya en la residencia,
Leonor nos ha contado a mí y a Ray que lo que la ha hecho actuar así, ha sido
ver cómo nosotros hemos tratado a su vez de detener al ladrón. Eso le ha dado
fuerzas de hacer algo que para ella hubiera sido impensable de no tener un
ejemplo a seguir. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Puede que sea una tontería, pero
esto me da la idea de que quizá sea éste un buen momento para iniciar un nuevo
súper grupo, aunque ninguno tengamos súper poderes. Al fin y al cabo, tenemos
que disfrutar del tiempo ahora que no tenemos nada que hacer...</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-42029522179204801582015-05-17T12:30:00.000+02:002015-05-17T12:30:01.919+02:00Día ocho.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta noche me acuesto tarde tras
pasar horas hablando con Ray. Me ha contado cómo se convirtió en Gamma-Ray, que
es algo que nunca le había contado a nadie, y la verdad es que me ha
sorprendido bastante.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Desde que lo vi por primera vez
en las noticias me lo imaginé como un científico chiflado por la tecnología.
Alguien con la inteligencia suficiente como para construirse un traje
robotizado como aquél, tenía que serlo... Nada más lejos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ray siempre había sido el típico
chico que pasa desapercibido. Tímido, encerrado en su mundo y siendo ignorado
por el resto de sus compañeros, ni siquiera le usaban como objeto de burla. Se
movía por el mundo como un fantasma sin hablar con nade. Acostumbrado a su
soledad, solía pasar tardes enteras paseando por el bosque. Simplemente le
gustaba caminar, sentir que todo lo que le rodeaba estaba vivo y le hacía compañía.
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Aquella tarde iba a ser como
muchas otras, un largo paseo por el bosque, un descanso tumbado sobre las rocas
junto al lago, ver ponerse el sol y disfrutar de las estrellas hasta la hora de
la cena. Pero cuando la noche comenzó a caer, ocurrió algo que cambiaría su
vida para siempre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Permanecía tumbado admirando la
infinidad de estrellas cuando percibió que una de ellas parecía moverse. Era
como si se acercara cada vez más, pero era tan pequeña que resultaba casi
imperceptible. Trató de frotarse los ojos, pensando que era más cosa de su
vista cansada que de algo real y, cuando volvió a abrirlos, algo cayó al lago
haciendo un ligero chapoteo. Ray miró y comprobó por las ondas que se habían
formado que, efectivamente, algo pequeño había caído al agua. Entonces vio
brillar un objeto en el fondo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hizo lo que todo joven
inconsciente hubiera hecho; tirarse al agua para ver qué era. Buceó hasta
alcanzar el origen de la luz y comprobó que era un pequeño fragmento de metal
que brillaba como una estrella. Con él, volvió a la superficie. Y nada más
salir del agua, del pequeño objeto surgió un fino punzón que se le clavó en la
palma de la mano. Dolorido trató de soltar el objeto, pero éste se había
aferrado con mucha fuerza. Cuanto más tiraba para sacarlo, más se clavaba el
metal, introduciéndose bajo su piel cada vez más. Cuando no pudo soportar más
el dolor, se desmayó.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entonces sintió como si su
cerebro se conectara a una base de datos y, automáticamente, supo que el
extraño metal que ahora formaba parte de él, tenía vida propia. Era una forma
de vida extraterrestre y su nombre era Gamma. El ser era un simbionte que
necesitaba de un anfitrión para vivir, a cambio ofrecía protección al cuerpo
que ocupaba. Podía cubrirlo de metal extra resistente, como si de una armadura
se tratase. Gamma era puro conocimiento estelar y ese conocimiento también pasó
a formar parte de Ray. Desde ese momento, Ray no volvería a estar sólo jamás.
En su mente, siempre conviviría con Gamma y juntos, serían Gamma-Ray.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ahora, con un cuerpo agotado y
viejo, Gamma necesitaba cambiar de anfitrión y hace unos años le abandonó
dejándole con una biblioteca de conocimientos sobrehumanos. Pero
desgraciadamente, ni todo el conocimiento del cosmos puede evitar que te
sientas solo, y en un sitio como éste, la soledad está a la orden del día. </span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-47828568607767532612015-05-10T18:03:00.001+02:002015-05-10T18:03:40.952+02:00Día siete.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">¿Recordáis aquella canción del
marcapasos? Pues yo estoy convencido de que su autor se basó en la olvidada
Corazón Biónico. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Se llamaba Martha y desde muy
jovencita, arrastraba una rara enfermedad del corazón. Tras varios sustos, un
científico llamó un día a su puerta y ofreció una nueva posibilidad
experimental a unos padres desesperados. Le realizarían una operación para instalarle
un aparato único en el mundo, un corazón biónico. Éste funcionaría junto con el
de Martha y, guiado por el auténtico, serviría de apoyo en los momentos en que
los latidos se volvieran más débiles.
Aquellos ojerosos padres, aceptaron enseguida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tras la operación, Martha se
convirtió en una deportista. Amaba hacer todo aquello que su enfermedad le
había privado durante tantos años. Atletismo, lucha, musculación... Realizaba
todo tipo de deporte y todo, a límites insospechados. La ventaja de tener un doble
corazón la hacía sobresalir del resto. En tan sólo unos meses, se convirtió en
deportista de élite.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entonces durante un duro
entrenamiento su corazón, el de verdad, dijo basta. Se paró y jamás volvió a
latir. Pero donde cualquiera hubiese muerto, el segundo corazón de Martha la
mantuvo viva. Y no sólo eso, ya no tenía un músculo imperfecto con
posibilidades de fallar. El aparato que un día le instalaron no tenía límites,
podía bombear a velocidades infinitamente superiores, haciendo que el cuerpo de
Martha se sobrealimentara y pudiera funcionar muy por encima del de cualquier
otro ser humano. Con esa habilidad y debido a la obsesión de Martha por el
entrenamiento, sólo fue cuestión de tiempo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Su cuerpo superaba en velocidad a
un tren, sus piernas saltaban por encima de los edificios, con sus brazos
doblegaba el acero como si fuera plastilina. Martha se convirtió así en Corazón
Biónico. Como muchos otros ya hicieron antes, decidió meterse en un traje y
lanzarse a las calles a luchar por la justicia. Su nueva carrera profesional
duró una semana.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pasó demasiado pronto de ayudar
ancianas a bajar a su gato del árbol, a detener atracos a mano armada. Las
primeras dos veces lo hizo mejor de lo que lo había hecho nadie antes. Sin
heridos, sin daño a la propiedad. Sin ni siquiera dar tiempo a que una bala
saliera de las armas de los mangantes. Tal vez eso fue lo que hizo que durase
tanto tiempo en el negocio al fin y al cabo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">A la tercera va la vencida para
todos, menos para Corazón Biónico. Para ella, el exceso de confianza extraído
de los maravillosos titulares y de las pajas mentales de los comentaristas de
televisión, la llevó a un charco de sangre. Y de la forma más tonta posible. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ella tenía de nuevo la situación
controlada, los chorizos asustados y desarmados, los rehenes comenzando a
levantar la cabeza del rincón donde se habían agazapado. Entonces, Pedrito el
segurata novato, quiso echar una mano. Sacó su pistola con nervios de gato
apaleado sin darse cuenta de que no tenía el seguro puesto. Trató de apuntarla
hacia los malos, pero en su camino la mira del arma pasó sobre la figura de
Corazón Biónico. Un bang que dejó los oídos de todos pitando, y un charco de
sangre saliendo de la cabeza de la pobre Martha. Era muy fuerte, sí. Pero no
antibalas. Al día siguiente, Pedrito empezó a trabajar vendiendo helados.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-85201340630785338992015-05-03T13:03:00.000+02:002015-05-03T13:03:33.217+02:00Día seis. <div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tengo el culo como si una rata
hubiera estado bebiendo en él toda la noche. Me duele como no me había dolido
jamás el disparo de un rifle antitanque. Es como si tuviera metida la boquilla
de un soplete con el hierro al rojo vivo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Según el simpático del doctor
Lindemann sólo es una hemorroide. Una puta almorrana que me ataca con más furia
que todos los ejércitos del mundo juntos, apenas me puedo mover y ni siquiera
puedo ni pensar en sentarme sin que me duela, y el muy jodido me dice que
"sólo es una hemorroide". ¡Es una puta bomba atómica estallando en mi
jodido culo!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Me paso el día tumbado boca
abajo, tratando de no pensar, de no sentir, de no existir por tal de no notar a
ese monstruo devorándome. Y por difícil que parezca, casi lo consigo. Hasta que
el puto Ray entra en mi habitación haciéndose el simpático, soltando sus
bravuconadas y contándome batallitas de cuando se metía en su armadura robótica
de Gamma-Ray. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Maldito hijo de puta, te metía tu
jodida armadura por el círculo de los amores de tu apestoso culo hasta lo más
hondo de tu ser. Siento que hiervo de rabia, la ira se apodera de mí y recorre
todo mi cuerpo, hasta que llega a mi amiga almorrana. Entonces ésta se inflama
como mil demonios y siento que necesito morir, o eso, o tranquilizarme, pero es
tan hartamente imposible calmarse teniendo al cenizo de Ray, metido en mis
tímpanos con su maldita voz penetrantemente aguda... </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Entonces el capullo me pregunta
que si me pasa algo. ¿Será huevón? No, no me pasa nada, estoy muriendo en vida,
pero me encuentro fenomenal, saco de pulgas. En ese momento, es como si algo
hiciera una conexión telepática desde mi almorrana hasta su pútrido cerebro de
tecno-científico, y el tipo echa la cabeza atrás y dice saber lo que me pasa.
Me dice que no me preocupe, y que ahora vuelve. ¡Vete, mamón! ¡Vete y tírate
con tu silla rodando por las escaleras, a ver si te rompes la crisma!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al rato vuelve con una pistolita
que casi parece de juguete. Me dice que él tiene este problema a menudo y que
un día inventó un chisme para reducir el tamaño de la hemorroide hasta el punto
de que apenas se note. ¿Qué queréis que haga? Se trata de un asunto de vida o
muerte, así que me bajo el pantalón y le pongo el culo en la cara. Él hace su magia
con la pistolita y siento que mi trasero respira de nuevo, el alien ya no está.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Lleno de alegría siento que
vuelvo a ser humano, y mirando a Ray orgulloso de su invento, recuerdo que
tampoco era tan mal tipo. Quizás es que siempre tuve envidia de su fortuna, y
sus ligues, y su fama... Pero en el fondo, sé que las veces que hemos luchado
codo con codo, han sido las mejores, y que siempre fue un tío con el que se
podía contar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Quizás no esté tan mal esto de
tener un amigo aquí dentro después de todo...</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-37744287102154788952015-04-26T12:13:00.001+02:002015-04-26T12:13:35.766+02:00Día cinco.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Me despierto cubierto de sudor y
sobresaltado. He vuelto a soñar con él. Apenas recordaba cuándo fue la última
vez que se me apareció en sueños, pero ha sido él, estoy seguro. Ese maldito
Dreamer se me escapó tantas veces, que pasó a formar parte de mis pesadillas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Dreamer nació con un poder
extraordinario, podía introducirse en los sueños de la gente y hacer en ellos
lo que quería, llegando incluso a causar cambios en el comportamiento de la
persona. De ésta manera podía lograr que el vigilante de un furgón de seguridad,
asesinara a sus compañeros y le hiciera entrega de las bolsas de dinero que
transportaban. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Su peculiar forma de actuar hacía
realmente difícil descubrirle pero un día, acabó cayendo en mi trampa. Tras
haber escuchado las declaraciones de varias de sus víctimas, hablé con la
televisión y grabamos un anuncio especial en el que le retaba a atacarme.
Estuvo en emisión por más de una semana hasta que finalmente, apareció en mis
sueños.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Enseguida lo volvió todo negro,
un vacío absoluto en el que sentí mucho frío. Luego apareció él riendo
tranquilamente. Traté de saltarle encima pero no podía moverme, con sus poderes
me había encadenado manos y pies a un vacío inamovible. Por más que tiraba y
forcejeaba, las invisibles cadenas no se rompían. Dreamer siguió burlonamente
paseándose a mi alrededor. Se regodeaba del poder que le daba el subconsciente
humano, de lo invencible que era en los sueños y eso, me llenaba aún más de
furia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Me hizo eso noche tras noche
hasta que finalmente, comprendí el funcionamiento de su juego. Él se introducía
en la mente de quienes dormían, y allí lo controlaba todo de forma que podía
causar todo tipo de emociones al durmiente. Miedo, rabia, alegría... Todo ello
sólo con sus creaciones dentro del sueño. Y ahí estaba la clave, en un sueño,
nada es real. Todo es gobernable, todo se puede cambiar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Así, cuando volvió aquella noche
pude deshacerme de las cadenas con el poder de mi mente. Lo deseé con todo el
poder de mi mente y recuperé mis súper-poderes, pudiendo hacer uso de ellos dentro
del mismo sueño. Allí tuvimos una batalla épica, en la que él me atacaba con dragones
y mil armas inventadas. Pero yo no me dejé llevar por las imágenes que veía y
me esforcé por mantener la conexión con mi mente despierta, diciéndome a mí
mismo, que no era más que un sueño. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Finalmente le vencí. Pero lo que
me hizo obtener a mí la fuerza en el sueño, le hizo a su vez salir airoso, pues
todo aquel combate no había sido más que fruto de nuestra imaginación. Por más
veces que le golpeé, jamás llegué a rozar su auténtico cuerpo físico. Lo único
que logré fue vencer a su cuerpo astral y eso, no fue una victoria. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Aún hoy me atormenta el recuerdo
de no haber sido capaz de vencerle y él lo sabe, por eso de vez en cuando se
deja ver en mis sueños. Para recordarme que sigue ahí, y que toda mi
súper-fuerza, jamás fue capaz de derrotar al poder de su mente.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-86974168295348755882015-04-19T12:30:00.000+02:002015-04-19T12:30:00.065+02:00Día cuatro.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Aún no es mediodía y ya tengo las
pelotas más infladas que dos globos aerostáticos. De tener mis poderes,
seguramente habría reducido a cenizas todo este asilo y a los desgraciados que
lo llenan cada día. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Eran las seis de la mañana, ¡las
seis!, cuando la zumbada de Rosita se ha decidido por dedicarse a cantar ópera.
Quizás si no se hubiera puesto a gritar como si la estuvieran desollando con
cuchillos romos, me hubiera molestado un poquito menos. Las enfermeras y
celadores corriendo por los pasillos y gritándose unos a otros para controlar
la situación, tampoco es que hayan ayudado mucho a conciliar el sueño después.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Más tarde, cuando volvía a quedarme
dormido, el jodido Marcus Ingleton se ha puesto a cantar bingo, así... sin más
y como si no hubiera un mañana. No importa que no hubiera salido ni una puta
bola del bombo que estaba guardado en su mugrienta y destartalada caja, él
había logrado bingo sin terminar primero ni una jodida línea.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Cerca de las ocho, la pesada de
Marta se ha presentado en mi habitación con la primera tanda de pastillas.
"Sus chucherías" canturreaba encendiendo la puta luz que me taladró
el cerebro como si fuera un puto rayo láser. Para colmo, una de esas malditas
píldoras, la que es roja y del tamaño de un misil termonuclear de principios de
los ochenta, se me ha atragantado y casi me cuesta la vida y el orgullo. La
vida porque casi me ahogo y el orgullo, porque ha tenido que venir Ramón a la
habitación a hacerme la maniobra Heimlich, y espero y deseo con toda mi alma,
que lo que noté tan duro en su entrepierna, fuera la linterna con la que se
pasea por la noche.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tras el incidente, volvía a
quedarme profundamente dormido cuando Rebeca entró para avisarme de que esta
mañana habían vuelto a poner las madalenas que tanto le gustan. Se lo digo cada
puto día de cada puta semana. Cada día hay madalenas. Cada día están duras como
piedras. Odio las putas madalenas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y cuando ya estaba claro que hoy
iba a ser un día de mierda, y que no iba a poder aliviar el dolor de la jodida
resaca que tengo gracias a la fiestecita privada de anoche, veo entrar por la
puerta de la residencia al maldito Ray. Sí, sí... el desgraciado, chulesco y
siempre perfecto Ray Oswald. Lo que nadie de aquí sabe es que se trata del
engreído y estúpido Gamma-Ray. El maldito idiota va ahora en silla de ruedas,
eléctrica por supuesto... Ese malnacido niño pijo... ¡Que se joda! </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Si pudiera iría ahora mismo y le
vaciaría su bolsa de orina en la cara. El muy cabrón acaba de llegar y ya está
intentando engatusar a Myriam, la enfermera más guapa y joven. Y lo peor de
todo es que la muy tonta le sigue el juego... ¡Pero si es un viejo trasto que
no sirve para nada! Ya no tiene a Gamma, ya no tiene nada que ofrecerle al
mundo, por dios, si ni siquiera es capaz de tenerse en pie más de media hora
seguida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Por si no tuviera suficiente con
mi propio infierno interno, a partir de ahora me va a tocar aguantar a ese
imbécil prepotente cada puto día del resto de mi ya jodida vida. ¿Quién me
mandaría a mí hacerme un día el puto superhéroe?</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-1831590177102429532015-04-12T14:38:00.000+02:002015-04-12T14:38:43.173+02:00Día tres.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ésta tarde ha venido Thomas, el
hijo de Julius. El cabrón parece una sanguijuela y, su pelo engominado y los
dos litros de Old Spice que se rocía por encima, no son más que partes de un
disfraz que tiene bien ensayado. Con su sonrisa de buitre carroñero se pavonea
por el asilo como si con ello pudiera salvar vidas. Siento náuseas con sólo
recordarlo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En un rincón, Julius le espera
ansioso por ver a sus nietos, pero una vez más el malnacido no los trae
consigo. Según el muy idiota, el ambiente es muy triste para unos niños. ¿Se te
ha ocurrido pensar que es muy triste porque nadie viene a alegrarnos el puto
día, señorito Old Spice?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Durante un rato, Julius deja de
lado el puzzle que estaba haciendo y charla distraídamente con su hijo. Pero
entonces, cuando parece que Julius empieza a recordar tiempos mejores, suena
una alarma en el reloj de Thomas. "Ya han pasado los veinte minutos, me
tengo que ir". Como os lo cuento. Como si fuera la hora de visitas de una
prisión, el desgraciado se programa una alarma para no pasar demasiado tiempo
con el hombre que le dio la vida, el tipo que le dio todo cuanto pudo para que
hoy, el estúpido pueda rociarse con su Old Spice. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Cuando pasa por mi lado estoy a
punto de ponerle la zancadilla y hacer que se descoyunte los cuernos contra el
marco de la puerta. Pero miro a Julius, que conoce bien mis malhumorados
prontos vengativos, y me hace un gesto con la mirada. Te dejo escapar hoy,
Thomas, pero tus fechorías serán castigadas pronto, algún día...</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Así, Thomas se marcha dejando su
perfumada nube en el aire sin ni siquiera mirar atrás. Miro sus andares
chulescos y deseo que tropiece con algo, que caiga, o que pise una mierda del
tamaño de Arizona y se hunda en ella me da igual, pero que sufra.
Desgraciadamente, cuanto más egoísta seas en la vida más parece que ésta te
proteja. Es como si un halo anti-desgracias envolviera a todos y cada uno de
los malnacidos del mundo. Pensadlo bien, en su huida un ladrón mata a un
policía, logra darse a la fuga y se larga a otro país a vivir de su botín; pero
amigo... si en lugar de eso el policía se defiende y el ladrón muere aunque sea
por accidente en la refriega, el policía se verá sin trabajo y repudiado, y eso
si tiene suerte de no acabar en la cárcel. Está claro que ser héroe sale caro,
si no mírame a mí.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Al otro lado, Julius, me dice que
me acerque. Lo hago y al llegar a él me enseña a escondidas una petaca que acto
seguido, me entrega por debajo de la mesa. Es lo único que me gusta de las
visitas de Thomas, el whiskey que siempre le trae de contrabando a su padre.
No, no penséis mal del cabrito Thomas. En el fondo no tiene corazoncito como se
podría creer viendo sus actos de "caridad". Julius tiene una cirrosis
grave y el consumo de alcohol podría llevarlo a la muerte, Thomas lo sabe
perfectamente y por suerte, Julius también. Así que en cada visita, Thomas le
hace entrega a su padre del veneno con el que espera matarlo, en cuanto se
marcha, Julius me lo regala a mí haciendo que el veneno se convierta en el agua
de los dioses. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Julius me cae bien, me gusta la
gente que se aferra a la vida para joder la de cualquier desgraciado que no
merece la suya. </span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Esta noche beberé a la salud de
Thomas, para que siga trayendo petacas a su padre.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-50794590917890430842015-04-05T13:21:00.000+02:002015-04-05T13:21:36.022+02:00Día dos.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Hoy ha muerto Plasticwoman. En
los periódicos han puesto una fotografía de hace unos días, su piel cuelga como
la de cualquier anciana, pero con toda esa silicona resulta más grotesco, más
artificial. Dicen que ha muerto al caer por las escaleras de su casa y tiene
gracia porque antiguamente, era capaz de rebotar contra el suelo tras saltar de
un tercer piso.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Ella era una mujer normal, pero
se volvió adicta a las operaciones de cirugía estética. En total se practicó
783 operaciones. Jamás se desveló la cantidad de silicona que introdujo en su
cuerpo, pero lo que sí sé, es que todo ese plástico la trastornó. Toda esa
química debió afectar a su organismo e hizo que adquiriese habilidades
sobrehumanas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Las operaciones la arruinaron,
pero ella quería seguir haciéndose más y más cambios. Esto la llevó a la
delincuencia. De la noche a la mañana la que habría sido una mujer enferma, se
convirtió en una súper-villana. Comenzó con asaltos pequeños, a transeúntes,
taxistas, pequeñas tiendas... Luego empezó con los bancos, las joyerías... Para
Plasticwoman no existía el miedo. Hacía frenar las balas en su cuerpo de
plástico y, si intentaban golpearla con un ataque cuerpo a cuerpo, la silicona
les hacía rebotar con fuerza hacia atrás.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">La policía no podía hacer nada
contra ella, así que me tocó hacerlo a mí. En incontables ocasiones me enfrenté
a ella. Y siempre tenía que hacer uso de mi súper-fuerza para sostenerla hasta
que la esposaban. Me gustaba sostenerla, olía bien y estaba blandita. Podría
decir que es la mujer que más veces he abrazado. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">En una ocasión de debilidad, creí
estar enamorado de ella. Incluso traté de hablar con ella y hacerla cambiar su
actitud. Pero estaba completamente loca. Sólo pensaba en su próximo asalto para
operarse de nuevo. Aquella vez la dejé escapar y eso hizo que, durante un
tiempo, la policía intentase atraparme. Fue mi etapa oscura pero por suerte,
duró poco. Enseguida volví a sentar la cabeza y salí de nuevo con la intención
de capturarla.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Tardé tres días en encontrarla,
se había ocultado en una fábrica de silicona para prótesis. Aquella batalla fue
memorable, nos lanzábamos el uno al otro, dándonos sacudidas aquí y allá y
derribando tanques enormes de silicona. El suelo estaba tan resbaladizo que
tuvimos que proseguir la lucha en el tejado, todo ello sin darnos cuenta de que
en el interior de la fábrica había comenzado un incendio. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Para cuando nos percatamos, la
estructura ya estaba muy dañada y el tejado a nuestros pies se vino abajo. Yo
podía volar y no tenía problemas, pero ella cayó al vacío. Y abajo sólo las llamas
la esperaban. Por un instante dudé, pensé en dejarla caer y acabar así con ella
y con la posibilidad de volver a sufrir otro enamoramiento. Pero el héroe que
había en mí enseguida reaccionó echando a volar para salvarla. Ella me abrazó
tan fuerte mientras volaba para ponerla a salvo que, por un momento, volví a
sentir que la quería. Pero fiel a mi posición, la entregué a la policía una vez
más.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Sin darme cuenta, una lágrima cae
sobre su foto en el periódico. Va a llover, lo noto por el dolor en los huesos.
Mejor que me vaya a dormir pronto.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2552864328137162813.post-75778565732687911172015-03-31T22:10:00.000+02:002015-03-31T22:10:26.810+02:00Día uno.<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Cuando recibí mis súper-poderes
nadie me dijo que llegaría un día en que éstos se acabarían marchitando. De
haberlo sabido quizá... bueno... ¡no me habría esforzado tanto, joder! Sí, la
gente a la que ayudaba era agradecida, pero ¿y qué? ¿Una palmadita en la
espalda por recibir tres impactos de bala? ¿Unos elogios en la portada de un
periódico por soportar 28 puñaladas? Eso no cubre una mierda de los gastos
diarios. Y claro, con el afán de cambiar el mundo, las ganas de hacer un bien a
la sociedad... ¡Joder! La puta responsabilidad a lo Peter Parker... </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Todo esto te hace combinar la
vida de superhéroe con la de un currito normal y, claro, lo de trabajar en un
periódico es cosa de los cómics. Yo he tenido que trabajar de peón,
dependiente, barrendero, camarero y mil cosas más que ahora no recuerdo. ¿Qué
pensabas, que ibas a poder salir a salvar el mundo en tus horas de trabajo? Y
una mierda. Cada vez que he hecho eso, he perdido un empleo. Y así me ha ido,
que ahora tengo un currículum con veinte páginas a dos caras.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Y de dormir mejor ni hablar...
Entre el trabajo y las salidas heroicas, apenas me quedaba tiempo ni para
cagar. Traté de buscar pareja, pero es totalmente imposible mantener una
identidad secreta al lado de una mujer. Es como si lo olieran en tu ropa o lo
leyeran en tus ojos. Así que si acabas de recibir súper-poderes, mejor que te
hagas una suscripción a un canal "X".</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Pero todos esos inconvenientes no
eran más que chorradas cuando echaba a volar. No sentía paz en ningún sitio
como estando en el aire. Era subir unos metros y el dolor de la ciudad encogía,
mis sentidos se relajaban y una especie de burbuja de armonía me envolvía al
instante. Es lo que más echo de menos. Ahora, sin mis poderes, me siento
encastrado al suelo. Es como si hubiera perdido la noción de dónde acaba mi
cuerpo y empieza el asqueroso suelo. Lo odio. Es como si me hubiera vuelto
claustrofóbico, me hubieran metido en un ataúd y estuviera enterrado a diez
metros bajo el suelo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">A esa sensación maldita hay que
añadirle el dolor. Supuestamente por aquello de que la energía ni se crea ni se
destruye, al perder los poderes comencé a sentir de golpe todo el dolor que me
habían causado a lo largo de mis años de batallas. Las pastillas ayudan, tomo 18
pastillas durante el día, más de una pastilla a la hora. Una vez supliqué por
una vía de morfina, pero estos indeseables no me hacen ni puto caso. Los muy
cabrones me toman por un viejo senil. Creen que invento todas mis putas
historias de superhéroe porque algo está fallando en mi cerebro. Ya me gustaría
enseñarles lo que falla en mi cerebro de una súper-patada en sus asquerosos
culos... Si al menos pudiera levantar mi pierna lo suficiente como para
dársela...</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Después de más de 50 años
luchando por el bien y la justicia, ahora tengo que pasar los días entre
dolores y miradas de lástima. Suerte que aún conservo la memoria, doy gracias
por no estar como Berta, la pobre huele sus pedos y grita a quien esté a su
lado porque ni siquiera recuerda haber sido ella la que se los tiró. Gracias a
mi memoria paso mejor los días, recordando mis hazañas, recordando que un día,
fui un superhéroe.</span></div>
Angel Algarhttp://www.blogger.com/profile/10863724689335896657noreply@blogger.com0