Leer antes de usar.

A todos aquellos que entran por primera vez debo decirles que, aunque la mayoría de las "aventuras" de Jubilated Man se pueden leer por separado debido a que son historias cortas, es recomendable comenzar desde el "día 1" e ir siguiendo el orden, pues es posible que en alguna historia se haga mención a hechos o personajes que podrían haber aparecido en "días" anteriores. También quiero aprovechar para advertir, que el lenguaje usado por nuestro personaje, podría no ser apto para sensibles y/o menores de edad. Sin más, les dejo con Jubilated Man. Disfruten cada domingo de una nueva página del diario.

lunes, 6 de julio de 2015

Día quince.

Hoy estaba viendo las noticias y en una conexión con uno de los reporteros, éste ha empezado a preguntar a la gente su opinión sobre la Liga de los Jubilados. Había respuestas para todos los gustos, desde los que nos toman por locos, hasta los que declaran que ya era hora de que alguien volviera a poner a los delincuentes en su sitio. Cómo se ha llegado a esto es algo que aún me pregunto de vez en cuando.

En mis años de gloria, había superhéroes por todas partes, siempre a punto para salvarle el culo a alguien. Pero llegó un punto en que comenzó una especie de decadencia, éramos demasiados, supongo.

Todo comenzó a ir mal cuando unos cuantos quisieron usar sus poderes para hacer negocio, firmando contratos con empresas privadas para velar por sus intereses, o anunciando productos en televisión. Incluso hubo quien se atrevió con su propia marca de perfume, esencia de rayos.

En esa época, algunos villanos llegaron a cometer sus delitos a tan solo unos metros de donde se encontraban los súpers con total impunidad. Los anteriormente considerados héroes les dejaban hacer "porque ya no era su trabajo". Así, la sociedad comenzó a perder la confianza en nosotros. Nos convertimos en apestados, cuando algo malo ocurría, la culpa era nuestra por no hacer nada. Lo que la gente no sabía es que si los que seguíamos luchando desinteresadamente no hacíamos nada en alguna situación, era porque estábamos a kilómetros de allí solucionando otro problema.

Todo esto conllevó a que quienes quedaban dando la cara día a día sin más salario que el agradecimiento público, comenzaran a desanimarse. El desánimo les llevaba a actuar menos e incluso alguno llegó a colgar el hábito. Todo fue como una bola de nieve que se hacía más y más grande a medida que la situación empeoraba.

Luego vinieron las tensiones entre los súper grupos, tras lo que acabaron por echar el cierre. El mundo se quedó prácticamente sin héroes, y los que quedábamos éramos cada vez más viejos.

Conforme siguió pasando el tiempo, algunos perdimos nuestros poderes y tuvimos que abandonar la profesión. Otros se volvieron lentos y acabaron machacados por sus némesis. Y ahora, desgraciadamente, sólo quedan aquellos que de bien jóvenes quisieron seguir los pasos de algunos de nosotros. Sangre nueva que, por lo general sólo conoce la época de gloria súper heroica por las viejas historias que les han contado.

Esos chicos no lo hacen mal, pero con el mundo cada vez más corrompido, su trabajo se hace cada día más difícil. El problema ya no es la cantidad de villanos queriendo dominar el mundo, sino que la raza humana parece haber renegado a su propia humanidad. Ya nadie se ayuda, todo lo que hay es desconfianza entre unos y otros. Y egoísmo, mucho egoísmo.


Pero sé que tiene que haber algo más ahí fuera. Algo más que gente mirando su propio ombligo y, tarde o temprano la Liga de los Jubilados lo sacará a relucir, estoy convencido.

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